La
raza Ripollesa está formada por un
conjunto de ovinos de perfil convexo, proporciones
alargadas, y tamaño medio; con una
pigmentación muy característica
en la cabeza y las extremidades. El origen
de la raza radica en los cruzamientos, realizados
hace siglos, entre las poblaciones autóctonas
de ovejas que antiguamente poblaban los Pirineos
Centrales y las ovejas trashumantes de raza
Merina que llegaban a la zona en verano.
Actualmente,
la mayoría de rebaños de raza
Ripollesa se localizan en las comarcas nororientales
de Catalunya, ocupando una amplia zona geográfica
de orografía y características
agrícolas variadas que incluye: bosques
y valles de montaña, llanuras cultivadas
del interior, así como bosques y zonas
de cultivo próximas al litoral. Es
una raza muy rústica, de lana entrefina,
y que se adapta perfectamente a diferentes
sistemas de explotación, lo que la
convierte en muy apta y rentable para un amplio
abanico de posibilidades y situaciones productivas.
Se destina básicamente para la producción
de carne.
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