El
origen y la historia de esta agrupación
racial es confuso, ya que no existe documento
escrito que revele y avale la presencia de
estos animales, en estos parajes, con anterioridad
a la primera mitad del s.XX. Únicamente
en las Ordenaciones Municipales de la Vila
de Rasquera (Tarragona) del año 1573
se hace referencia a la población caprina
de estos lugares, sin especificar ningún
apunte morfológico (Jassans, 1984). No obstante, la
tradición oral de sus habitantes confirma
la presencia de estos animales, de capa berrenda
en negro sobre fondo blanco o totalmente blanco-cremosos,
desde principios de siglo XX. Por su morfología
y semejanza con las cabras Blancas Celtibéricas
de Castellón, Guadalajara y Albacete,
la incluiríamos en el grupo de los
descendientes del tronco de Capra prisca. Romagosa (1975) cita la presencia de caprino serrano de capa blanca con manchas negras en las Tierras del Ebro, a las que denomina como Blancas del Montsià.
Conocida también con el nombre de Cabra Blanca, la
década de los 50 representó
su época de máximo esplendor,
ya que su censo sobrepasaba los 30.000 ejemplares
en las comarcas tarraconenses donde se ubica.
Diversos factores, principalmente sociales
y de tipo económico, han sido los máximos
responsables de la tendencia regresiva de
esta población, y de la especie en
general, sobretodo en las últimas décadas.
Actualmente su número no sobrepasa
los 5.000 ejemplares, aunque en estas comarcas
de las Tierras del Ebro continúa
representando más del 30% de su censo
caprino.
Tanto en sus orígenes como en su expansión, esta población caprina, de aptitud eminentemente cárnica, ha ocupado siempre las cinco comarcas más meridionales de Cataluña, conocidas genéricamente como Tierras del Ebro, en concreto: Ribera d’Ebre, Baix Camp, Terra Alta, Baix Ebre y Montsià, con una distribución muy desigual entre ellas. La tendencia regresiva de la raza la estaba desplazando, de forma acelerada en los últimos años, hacia las zonas más montañosas de estas comarcas, principalmente hacia las sierras de Cardó y Tivissa (Ribera d’Ebre) con el 40 % del censo, y la sierra Prelitoral del Baix Camp, también con un 40%, posiblemente sus lugares de origen ancestral, y dónde, aún hoy, encontramos los animales más puros. En el año 2004 únicamente quedaban 12 explotaciones de Cabra Blanca (CBR), con un total de 4864 animales (5% machos). Destacaban los municipios de Tivissa y Rasquera con 3 rebaños cada uno, en la comarca de la Ribera d'Ebre; y con 2 explotaciones el municipio de Vandellòs, en la comarca del Baix Camp.
Durante los años posteriores, algunas explotaciones fueron cerrando. La causa principal la encontramos en la elevada edad de sus propietarios y la ausencia de relevo generacional (<20%). Sin embargo, y tal vez debido a la gran difusión que desde hace unos años se está llevando a cabo para dar a conocer la raza, su área de influencia ha ido aumentando, así como su censo (incremento del 21%; un total de 5894 individuos reproductores), y actualmente se pueden encontrar rebaños en otras comarcas de Cataluña; en concreto, las comarcas de Alt Empordà, Alt Urgell, Baix Llobregat, Berguedà, Garrotxa, Maresme, Priorat, Tarragonés, Vallès Occidental y Vallès Oriental (Figura 1). Aun así, más del 80% del censo de Cabra Blanca de Rasquera sigue concentrado en las Terres de l’Ebre, y el 60% en su núcleo originario.
El año 2010, para velar por el devenir de la raza, su fomento y mejora, se fundó ARCABRA, Associació de Ramaders de Cabra Blanca de Rasquera (Asociación de Ganaderos de Cabra Blanca de Rasquera), con sede en la calle Tortosa, 6, 43513-Rasquera (Tarragona), siendo la entidad colaboradora que se encarga de la gestión del Libro Genealógico, que se creó y reglamentó el año 2011 –DOGC Núm. 5933, de 2 de agosto– (DOGC: Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña), con un total de 32 ganaderías asociadas. En diciembre de 2013 se envió la memoria correspondiente al Comité de Razas de Ganado de España (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente), para que fuera evaluada e incluida en el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España. En 2016 se publicó su reconocimiento oficial en el BOE (Boletín Oficial del Estado) en el apartado de razas autóctonas en peligro de extinción (BOE Núm. 191, de 9 de agosto de 2016).
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