La
raza Aranesa está estrechamente emparentada
con su vecina francesa Tarasconesa (Tarasconnaise),
propia de los Pirineos Centrales (Arièja
y Pirenéus Auts), Garona Auta y Gèrs,
teniendo probablemente sus orígenes
más ancestrales en la raza Merina (existen
referencias escritas de mediados de siglo
XV de ovinos Merinos que llegaban en trashumancia
a los Pirineos).
Tarasconesa
y Aranesa tienen un entronque común,
pero el hecho de que la Val d’Aran haya
sido tradicionalmente una comarca exportadora
de ganado y no importadora, podría
dar pie fundado para suponerla la forma original
de la raza francesa, y no su derivada (aunque
no obstante se debería corroborar con
marcadores genéticos).
Todavía
hoy, las influencias mutuas entre Aranesa
y Tarasconesa siguen siendo muy frecuentes:
tanto por la asistencia de los ganaderos araneses
a las ferias francesas (ferias de Sent Godenç,
Tarascó,…) como por la mezcla
de los rebaños en los pastos estivales
de alta montaña de Cuma, Palas y Serra
Lunga, donde también van ganaderos
de la Garona Auta.
La
raza está circunscrita en la Val d’Aran,
aunque con un desequilibrado reparto territorial.
Las 64 explotaciones que actualmente existen
en el valle se reparten los poco más
de 1700 ejemplares existentes. El grueso de
los rebaños fenotípicamente
más puros, y también más
grandes, se hallan en los pueblos de Lés,
Salardú y Bossòst. No obstante,
el tamaño medio de los mismos es muy
bajo, de unos 40 animales. La mayor parte
de las explotaciones tienen de 11 a 30 reproductores,
y únicamente tres explotaciones superan
el centenar de individuos. La relación
hembras/machos es de 16,5 por rebaño,
siendo la tasa de reposición anual
de un 20%.
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