La actual población equina cárnica de los Pirineos, Caballo Pirenaico Catalán (CPC), surgió a partir de cruzamientos entre el antiguo Caballo Catalán –raza eumétrica de tiro ligero extinguida a mediados del siglo XX, y filogenéticamente emparentada con otras razas meridionales de la península: Andaluza, Lusitana, Mallorquina y Menorquina– con razas pesadas europeas, principalmente Bretona, Comtois y Ardenesa, y ha mantenido sus cualidades de rusticidad, adaptación al terreno y buena fertilidad. Como consecuencia de su origen racial multiétnico presenta una gran diversidad morfológica. Sin embargo, las especiales características orográficas y ambientales de los Pirineos, acabaron confiriendo a este ganado mestizo, un sello más o menos particular y característico.

Quizá la subpoblación más uniforme sea la de Cerdanya, donde, durante tiempo, se la ha conocido con el nombre de Bretó Cerdà. La “Associació de Criadors de Cavalls de la Cerdanya”, creada en el año 1986 y con sede en Puigcerdà, ha velado, de forma más o menos empírica, de la mejora hacia la producción cárnica en esta población, siendo por tanto de un tipo más constitucional, a diferencia de los caballos pesados del resto de comarcas pirenaicas, que suelen ser de un tipo más ambiental.

Durante años, también fue común referirse a esta población como “hispano-bretona”, denominación que nos parece bastante incorrecta, tanto por motivos zootécnicos como históricos, ya que formalmente se refiere al cruzamiento de un caballo Bretón con un caballo Español (PRE). La acepción surge el año 1966, para denominar a los sementales del depósito militar de Barcelona. Es bien conocido que en España no habían existido caballos de tiro o pesados hasta prácticamente el s.XIX, y que las poblaciones locales de silla del Norte de la península se fueron cruzando con razas pesadas europeas, principalmente francesas, dando lugar a las actuales poblaciones de caballos pesados (Burguete, Aragonés,...).

Esta población equina de carne se distribuye por gran parte de los Pirineos y pre-Pirineos catalanes, donde el clima y la orografía permiten el pastoreo estival de alta montaña. La tendencia regresiva de la población ha sido una constante en las últimas décadas. Actualmente, las comarcas con un mayor censo de la raza son: la Val d'Aran, Alta Ribagorça, el Pallars Jussà, Pallars Sobirà, el Alt Urgell, la Cerdanya y el Ripollès, aunque, sin embargo, también se pueden encontrar algunos efectivos de la raza en otros lugares.

En un estudio realizado en 2006 sobre la caracterización estructural de las explotaciones, a partir de la información obtenida de las Oficinas Comarcales y del Servicio de Producción Ganadera del DAR, se determinó que el número total de criadores de equino en las siete comarcas pirenaicas era de 504, de los cuales un 86% (432) eran de equino de carne y un 14% (72) de equino de silla. El censo total de 5.062 animales se correspondía con un 89% para carne (4.513 reproductores, con un 12% de sementales) y un 11% (549) para silla (Tabla 1). En referencia al caballo de carne, tres comarcas concentraban el 75% de los criadores y censo: Cerdanya, Pallars Sobirà y Ripollès, destacando, sin embargo, la comarca de Cerdanya con casi un 40% de los mismos.

La FECAPI (Federación de Asociaciones de Criadores de Caballo Pirenaico Catalán), creada en 2007 y que aglutina de forma federada las seis asociaciones comarcales existentes de la raza, es la entidad colaboradora que se encarga de la gestión del Libro Genealógico, el cual se creó y reglamentó el año 2008 –DOGC núm. 5122, de 30 de abril– (DOGC: Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya).

Una vez creada la federación, publicado el estándar racial y puesto en marcha el Libro Genealógico de la raza, y después de las valoraciones morfológicas y cárnicas correspondientes –por parte de los técnicos de la federación–, constan inscritos en el Registro Fundacional del CPC, en fecha enero 2010, un total de 5.047 reproductores adultos (4.555 yeguas y 492 sementales), propiedad de los 309 asociados a FECAPI (Tabla 2).