CABRA CATALANA
         
         
   
 APTITUDES

Esta agrupación racial caprina, de amplia distribución por las comarcas interiores de Catalunya hasta mediados del s.XX, contribuyó de forma manifiesta a las economías rurales donde no abundaba el ganado bovino. De ella se podía obtener carne, leche y cuero (“la vaca del pobre”). Al mismo tiempo, la leche, podía ser transformada en queso y ser conservado de diferentes maneras para ser consumido en períodos de escasez.

Las poblaciones caprinas convivían con los rebaños trashumantes de ovejas —principalmente Xisqueta, por estos parajes— que bajaban del Pirineo hasta los llanos de Lleida. Una función principal, también en rebaños ovinos no trashumantes, era la de ahijar a aquellos corderos que se habían quedado huérfanos, que procedían de partos múltiples o bien que la madre no era capaz de sacarlos adelante. Los cabritos producidos ayudaban a la economía familiar y durante algunas épocas del año sus excedentes de leche eran aprovechados por los pastores para el propio autoconsumo y, en algunos casos, para producir quesos.

Los rebaños trashumantes iban encabezados por grandes machos cabríos castrados (crestons), provistos de espectaculares cencerros abigarrados con abundancia de símbolos mágicos, ya que a dichos animales se les reservaba la función de guiar a los rebaños. A la edad adulta, de aproximadamente cuatro años, se les destinaba a la producción cárnica.

Situación Actual y Perspectivas

A pesar de que la importancia productiva y económica de esta población, en los momentos actuales, pueda ser escasa, su importancia histórica, cultural y de patrimonio genético es de un valor indudable. Su historia conocida se remonta a finales del s.XIX, y en determinadas épocas de expansión —primera mitad de s.XX— fue, si no la base de sustento de los habitantes de estas comarcas prepirenaicas, sí un considerable complemento para la economía de las mismas. Actualmente es una población reliquia.

El escaso número de individuos no avalan su importancia productiva en el marco comercial actual; al menos en lo que se refiere a cantidad de producto. Otra cosa, muy distinta, es la calidad y el sistema productivo utilizado, totalmente ecológico, para la obtención de los mismos. En este aspecto, de agricultura y ganadería sostenible, puede tener una relativa cabida económica en ciertos sectores de la sociedad.

Aunque el principal objetivo actual continúa siendo su recuperación y mantenimiento, la orientación productiva futura es hacia una producción mixta: carne-leche, prevaleciendo, de manera obvia, la primera sobre la segunda (cabritos lechales y crestons). La producción, minoritaria, se orientaría hacia una oferta de calidad de producto, totalmente ecológico y de manejo y alimentación sostenible, para buscar el valor añadido en el consumidor que eso comporta: venta de proximidad Km-0, raza autóctona 100% o indicación de calidad diferenciada.

La producción —cabrito lechal, queso/cuajadas y crestones— es escasa. Y en esa misma escasez está el valor añadido que eso genera. La naturalidad ecológica de esos productos conlleva que distintas entidades y particulares se hayan hecho eco de su potencial gastronómico.

En este sentido se han iniciado los primeros trabajos de estudios productivos para disponer de los datos básicos de su aptitud: crecimientos y composición de leche.

Su explotación tradicional, ligada a la tierra y totalmente ecológica, hace que sea un elemento de primer orden para el mantenimiento del medio en que se ubica. Su sistema productivo se basa íntegramente en los recursos locales. El rebaño núcleo, de Vilanova de Meià, se mantiene en semiestabulación combinada con el pastoreo diario durante el día. Aprovecha los recursos boscosos de estas sierras no aptas para otros usos agrícolas. Las raciones complementarias también se basan en las materias primas locales, vinculadas a la explotación o a otras cercanas. Esta agrupación racial es mínimamente invasiva y de impacto totalmente positivo en el medio ambiente.

La inminente declaración de la zona (aprox. 30.000 ha) como parque natural (Parc Natural del Montsec), hace de esta población un interesante elemento a tener en cuenta para la sostenibilidad ecológica del mismo. Colaboraría en las tareas de mantenimiento del paisaje y ecosistema, y podría llegar a ser un polo de atracción y estampa turística del mismo —p.e. en actividades escolares—, lo que proporcionaría un valor añadido en cuanto a su conservación.

En la sostenibilidad ecológica está la base de su futuro.

 

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Última actualización: novembre 2018