ASNO CATALÁN
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 APTITUDES

Los productos de interés que puede aportar esta raza son: sus propios individuos y sus propias utilidades. A nivel mundial, y entre los criadores y asociaciones de asnos y mulas y amantes de la especie en general, la Raza Asnal Catalana es bien conocida. No en vano ha contribuido a la formación y mejora de muchas de ellas. Los híbridos mulares, que con base catalana se producen, son muy reconocidos y gozan de gran prestigio en cualquier parte del mundo. Y el otro punto de interés son sus propias utilidades. Estas han ido evolucionando, de forma acelerada, en las últimas décadas, pasando los objetivos de tipo económico-productivo a un segundo término, y ganando enteros los de tipo lúdico, de elemento pedagógico y de apoyo turístico. Las razones o motivaciones lúdicas, de animal de compañía o de juegos, de elemento pedagógico y de reinserción social en ciertos centros, de transporte turístico y excursionista, de elemento limpiador de sotobosque y estampa turística –porque no- en municipios y aldeas turísticas, o únicamente de patrimonio cultural, está movilizando y cambiando, cada vez más, el perfil y los intereses de los nuevos propietarios. Por tanto, se hace indispensable el dar a conocer al gran público la existencia y la situación de la raza, pues serán ellos, de forma mayoritaria en el futuro, los principales valedores de la misma.

Situación Actual y Perspectivas

Aunque la raza continua estando catalogada como “en peligro de extinción”, la tendencia y perspectivas futuras de la misma son altamente optimistas. Dos hechos fundamentales han contribuido a ello. En primer lugar el nacimiento de la asociación AFRAC, allá por el año 1978, cuya labor desinteresada para la recuperación, gestión y fomento de los asnos catalanes ha sido totalmente encomiable. Y en segundo lugar, la instauración, a partir del año 1995, de un Programa de Conservación, promovido y financiado por el DARP (Generalitat de Catalunya), en colaboración con la AFRAC y la Facultad de Veterinaria de Barcelona. A finales del año 1995, únicamente eran 98 los ejemplares vivos inscritos en la AFRAC, habiendo pasado en la actualidad a un censo total de 879 animales (diciembre de 2017); es decir, en las dos últimas décadas se ha multiplicado por nueve el censo controlado de los mismos. La labor de divulgación de la raza ha sido importante en estos años, lo que ha comportado un fuerte aumento en la demanda para la tenencia y cría de estos animales.

 

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Última actualización: noviembre 2018