Ya
se ha comentado con anterioridad que la zona
de origen y expansión del Asno Catalán
se desarrolló alrededor de las cuencas
fluviales de los ríos Segre, Ter y
Cardener, diseminándose posteriormente
hacia otros lugares de Catalunya. Diferentes
autores, en distintas épocas, describen
diversas zonas garañoneras en Catalunya.
Sin embargo, únicamente mencionaremos
la descripción que de ellas hace Romagosa
(1959), ya que engloba dichas zonas sin tener
en cuenta el censo de ejemplares existentes,
y sí en cambio, por las parecidas condiciones
de recría y ambientes.
La
inconstancia de los registros ganaderos ha
conllevado que nunca haya existido un inventario
real sobre los reproductores de la raza. Unicamente,
a partir de la reapertura del Libro Genealógico
en el año 1939, y durante toda la década
de los años 40 y parte de los 50, existen
datos mínimamente fiables del censo
de reproductores. A mediados de los años
50, Romagosa (1959) cifra el número
de burras reproductoras en 1035, y el de garañones
en 55 (distribuidos según zonas como
posteriormente veremos). Aunque en el total
de las 75 paradas catalanas que existían
en la época había un global
de 149 garañones, éstos se dedicaban
principalmente a la cubrición de yeguas
y no de burras.
Las
zonas y el censo de reproductores, tal como
se puede apreciar en la Figura, se correspondían
a:
Zona
primera: Plana de Vic (642 km2), con
145 burras y 12 garañones.
Zona segunda: Garrotxa y Ripollès
(1834 km2), con 270 burras y 9 garañones.
Zona tercera: Berguedà,
Solsonès y Segarra (2891 km2), con
110 burras y 7 garañones.
Zona cuarta: Plana de Urgell (674
km2), con 210 burras y 11 garañones.
Zona quinta: Segrià y Ribera
del Cinca (2420 km2), con 300 burras y 16
garañones.
Salvans
(1947), describió seis zonas garañoneras
existentes en Catalunya a principios de s.XX,
que con ligeras variantes coinciden aproximadamente
con las descritas por Romagosa (1959). Afirmaba
que cada zona correspondía a una variedad,
con morfología propia y perfectamente
tipificada, del asno Catalán. Así,
estableció las siguientes variedades:
Garañón del Berguedà,
Garañón del Ripollès
y Vic, Garañón de Olot, Garañón
del Lluçanès, Garañón
de Urgell y Garañón del Solsonès.
Sin embargo, Romagosa (1959), comentando los
trabajos de Salvans (1947), y asumiendo que
en otros tiempos hubieran podido existir dichas
variedades, nos cuenta que, pasada la Guerra
Civil prácticamente desaparecieron
los mejores ejemplares, y que al revalorizarse
los équidos en el decenio 1940-1950,
anduvieron los ganaderos y recriadores de
pollinos buscando burras de talla sin fijarse
en las características de las mismas,
lo que motivó que en la actualidad
(años 50), las características
que Salvans tipificó se hayan lastimosamente
perdido. Únicamente se podían
considerar, en los años 50, dos variedades:
el Garañón de Vic (de mayor
alzada y corpulencia, con tendencia longilínea)
y el Garañón de Urgell (de menor
alzada y corpulencia, con tendencia mediolínea),
diferenciándose entre ellas por caracteres
típicamente de influencia ambiental,
alimenticia y fundamentalmente de recría.
La
crisis caballar de los años 50, y los
cambios socio económicos que se sucedieron
posteriormente, repercutieron desfavorablemente,
tal como ya hemos visto, en el devenir de
la raza. No es hasta la creación de
la AFRAC (1978), y en una situación
de inminente peligro de extinción,
cuando se vuelve a reabrir un Libro de Registro
y se empieza a inventariar los animales. En
el año 1983, en dicho Libro de Registro,
constaban únicamente 30 hembras y 6
machos, de edades muy variadas, siendo los
únicos ejemplares controlados directamente
por la Asociación (Torres y col., 1983).
No obstante, y en colaboración con
la Diputación Provincial de Barcelona,
se localizaron un total de 89 individuos –la
mayoría de ejemplares existentes en
Catalunya-, distribuidos por comarcas de la
siguiente manera: Alt Empordà (2),
Gironès (15), Garrotxa (13), Ripollès
(13), Osona (3), Berguedà (25), Cerdanya
(2), Solsonès (10), Alt Urgell (2),
Pallars Sobirà (2) y Montsià
(2). En el año 1986, y según
datos del Anuario de Estadística Agraria
del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
–MAPA- (Anónimo, 1992), existían
en Catalunya un total de 928 asnos, y en el
año 1990, según datos del DARP
de la Generalitat de Catalunya (Anònim,
1991), un total de 415, y lógicamente,
no todos ellos de raza Catalana.
En
el año 1995, se materializa la puesta
en marcha de un Programa de Conservación
y Mejora de la raza, promovido y financiado
por el DARP, en colaboración con la
AFRAC y la Facultad de Veterinaria de Barcelona.
El censo controlado a finales de ese año,
reflejó un total de 98 individuos,
distribuidos en 25 garañones, 44 burras
y 29 pollinos, tomando como pollino los animales
de edad inferior a 3 años. La base
de datos del programa contaba en ese momento
con la información genealógica
de 239 animales –procedente, básicamente,
del Libro Registro que la AFRAC llevaba desde
el año 1978-, 98 de los cuales estaban
vivos. El censo, tal como se aprecia en la
Tabla 1, ha ido evolucionando, siendo el número
de animales vivos actualmente inscritos (a
marzo de 2003) en la AFRAC, y dados de alta
en la base de datos del Libro Genealógico,
de 318 individuos, desglosados de la siguiente
manera: 150 hembras y 74 machos adultos (>
de 3 años), y 94 pollinos (< de
3 años; 55 hembras y 39 machos). El
número total de criadores es de 52,
y la base de datos Genealógica consta
actualmente de 542 registros.
Tabla:
Evolución del censo de asnos inscritos
en la AFRAC durante el período 1995-2003
(programa de conservación)
|
1995 |
1997 |
2000 |
2003 |
Adultos
(> 3 años)
Machos
Hembras
|
69
25
44 |
107
34
73 |
167
49
118 |
224
74
150 |
Jóvenes
(<3 años)
Machos
Hembras
|
29
11
18 |
42
14
28 |
39
14
25 |
94
39
55 |
Nº
total de animales vivos |
98 |
149 |
206 |
318 |
Nº
total de registros |
239 |
294 |
406 |
542 |
Criadores |
16 |
22 |
33 |
52 |
La
distribución geográfica de la
raza asnal Catalana ha variado en relación
a la de mediados de s.XX realizada por Romagosa
(1959), ya que, lógicamente, también
han variado las razones y motivos para la
tenencia y cría de estos animales.
La pérdida de la aptitud trabajo para
las tareas del campo y forestales, el despoblamiento
de ciertas zonas y la falta de reemplazo generacional
de los ganaderos viejos, la disminución
de la producción mulatera, etc., han
hecho que esta población, y la especie
en general, hayan sufrido una fuerte regresión.
Estas no son, actualmente, actividades demasiado
importantes para la raza, al menos en Catalunya,
y no garantizan el interés de su tenencia
y cría por parte de los posibles criadores
y propietarios. Otros motivos mueven, generalmente
y con excepciones, a los propietarios de asnos
catalanes, como pueden ser: patrimonio cultural,
animales de compañía en masías
o casas de campo, agroturismo, actividades
lúdicas, etc. Este cambio de orientación
ha comportado que los individuos, inscritos
en la asociación, estén muy
diseminados por las diferentes comarcas catalanas,
aunque con un importante predominio de las
de Girona y Barcelona. Un elevado porcentaje
de animales (28,3%) se hallan fuera de Catalunya,
en concreto: el 10,1% de los mismos los encontramos
en la Yeguada Militar de Ecija (Sevilla);
el 6,6% en la Fundación Pirineos, en
Aldea Puy de Cinca (Huesca); el 6% en diferentes
localidades de la Catalunya Nord,
comarcas del Conflent y Vallespir (Francia);
el 5% en una finca de la provincia de Toledo;
y el 0,6% restante, en Petrer (Alicante).
De los animales que podemos encontrar en Catalunya
(71,7%), el principal núcleo, con un
32,5% del censo, se sitúa en la comarca
del Berguedà (Finca Fuives de Olván,
Sr. Joan Gassó). A continuación
tenemos las comarcas del Pla de l’Estany
(8,6%), la Garrotxa (8,3 %), Alt Empordà
(6,0%), Baix Empordà (3,1%), La Selva
(2,5%), Pallars Sobirà (2,2%), Solsonès
(1,9%), Vallès Occidental (1,9%), Osona
(1,6%), Barcelonès (1,6%), Alt Penedès
(0,9%), y Garraf (0,6%).
De
las 75 paradas públicas que existían
en Catalunya a mediados de los años
50, se ha pasado actualmente a dos, aunque
con ciertas particularidades. Una de ellas
se halla en la Facultad de Veterinaria de
Barcelona y la gestionan los profesores de
la Unidad de Reproducción. Y la otra,
gestionada por la AFRAC, es una parada itinerante,
en la que actúan como garañones
aquellos individuos propiedad exclusiva de
la asociación. Esta cede, de forma
totalmente gratuita y por un determinado período
de tiempo, los garañones a sus asociados.
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