Ya
se han ido mencionando, en otros apartados,
a las diferentes instituciones y organismos,
que a lo largo del s.XX, mostraron una cierta
preocupación por el devenir y fomento
de la raza. Únicamente queremos hacer
mención de las dos propuestas, más
fundamentadas y coherentes, que se realizaron
durante ese período para establecer
un plan integral de fomento y mejora de los
asnos catalanes. La realizada por la Mancomunitat
de Catalunya en 1919, que no llegó
a cristalizar por la dictadura de Primo de
Rivera, y la realizada, a título personal,
por el veterinario Dr. José Antonio
Romagosa en su Tesis Doctoral (Romagosa, 1959),
la cuál, tampoco llegó a materializarse,
debido probablemente a la crisis en que entró
el sector equino en general, y el asnal en
particular, a partir de esos años.
Crisis, que en mayor o menor grado, y de forma
totalmente lógica, venimos arrastrando
hasta la actualidad.
La
propuesta de Plan de Fomento de Romagosa era
espectacular, y abordaba todos los aspectos
para llevar a cabo un plan integral. Describía
las diferentes fases de mejora que habrían
de llevarse para la raza, potenciando el reabierto
Libro Genealógico del año 1939,
y utilizando la información de sus
registros para aprovechar de forma ventajosa
la consanguinidad, y así programar
de forma más óptima los apareamientos
entre burras y garañones. Se proponían
las directrices fundamentales del plan de
mejora y los organismos rectores que deberían
velar para su aplicación. La creación
de asociaciones de criadores en cada una de
las diferentes zonas garañoneras, así
como, la celebración de concursos y
concentraciones anuales en cada una de ellas.
También se proponía la adquisición
de una finca, para ser utilizada como núcleo
de mejora y plantel de animales selectos.
La organización de las paradas de garañones
también fue objeto de una profunda
discusión, proponiendo normas de actuación
en todos sus ámbitos: distribución
geográfica de las paradas, criterios
de monta, regulación de las tarifas,
resolución de las posibles desavenencias
entre criadores y paradistas, etc. Y ya por
último, también hace mención
sobre la posible utilización de la
inseminación artificial en ese futuro
plan de mejora; y la concesión de primas
para el sostenimiento o permanencia del animal,
producción dirigida, conservación
morfológica y doma de los individuos
de la raza asnal catalana.
La
preocupación oficial para el mantenimiento
de la raza dejó de existir. Sin embargo,
no deberíamos obviar, durante esas
décadas de crisis y hasta la actualidad,
la labor llevada a cabo por el Servicio de
Cría Caballar del Ejército de
Tierra, particularmente el Centro de Reproducción
Equina de Ecija (Sevilla), que en su finca
“La Turquilla” ha mantenido,
y mantiene, un importante núcleo de
ejemplares de Asno Catalán. El comandante
Juan Manuel López Rodríguez,
un entendido como pocos en cuestiones referidas
a asnos, está llevando a cabo un importante
trabajo de conservación y mejora en
esta raza, colaborando estrechamente con la
asociación AFRAC y los técnicos
del programa de conservación.
Añadir
a esta época de crisis, el agradecimiento,
o reconocimiento, a todos aquellos agricultores
y ganaderos anónimos que, por un motivo
u otro, supieron y quisieron mantener los
pocos animales que, con el paso de los años,
fueron quedando. Sin ellos, el Sr. Joan Gassó
–otro gran entendido de la raza- no
hubiera podido, en la segunda mitad de los
años 70, reunir las 32 burras con las
que inició la recuperación de
la raza en Catalunya. Agradecer asimismo,
la preocupación, altruismo y visión,
que tuvieron y mantuvieron los veterinarios
Sres. Pere Comas y Esteve Bosch, al proponerse
en el año 1978 la creación de
la AFRAC. Partiendo de 8 burras y 2 garañones
se ha pasado en la actualidad a tener registros
de un total de 542 animales, y 52 criadores
inscritos.
La
situación fue mejorando lentamente
en las décadas de los años 80
y 90, aunque el censo continuaba siendo muy
reducido. A finales del año 1995, únicamente
eran 98 los ejemplares inscritos y controlados
por la AFRAC (25 garañones, 43 burras
adultas y 30 pollinos), aunque se disponía
de información genealógica para
un total de 239 animales (período 1978-1995).
Fue así como, y desde la Facultad de
Veterinaria de Barcelona, nos propusimos realizar
un estudio de simulación en esta raza.
Es decir, intentar predecir lo que pasaría,
en un futuro más o menos lejano, si
no se instaurara ningún programa de
conservación en esta población
en peligro de extinción. A partir de
la información genealógica disponible,
se simularon los acontecimientos que podrían
ocurrir a lo largo del tiempo, asumiendo las
mismas tasas y pautas reproductivas y la misma
política de crianza que se había
venido practicando por los criadores en las
últimas décadas. Los resultados
obtenidos predijeron que en un plazo aproximado
de 60 años la población de asno
Catalán se extinguiría (Folch,
1998).
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