En
los años setenta, y a causa de la política
de protección de razas autóctonas
por parte de la Administración, se
impulsó la cría de la raza Pirenaica.
Además, también se fueron introduciendo
razas especializadas en la producción
de carne, como la Charolesa o la Limusina.
No obstante, dichas razas no lograron una
buena adaptación, lo que favoreció
la continuidad de la crianza de la vaca Bruna.
A principios de los ochenta, las inquietudes
de un grupo de ganaderos para conservar y
mejorar esta raza hizo que fueran apareciendo
las primeras asociaciones de criadores.
La
primera que se creó fue la “Associació
de Bruna Alpina del Ripollès”,
que nació el año 1981, agrupando
diferentes ganaderías del Ripollès
y la Garrotxa, con un censo total de unas
800 cabezas; actualmente se la conoce con
el nombre de “Associació
de Bruna Catalana dels Pirineus”.
El día 4 de abril de 1986 se fundó
la “Associació de Ramaders
de Vaquí de Raça Bruna dels
Pirineus” (ABRUPI), con sede en
Berga, y con ganaderos del Berguedà,
Osona y el Solsonès. En mayo de 1988
ABRUPI contaba con un censo total de 1.500
animales pertenecientes a 37 explotaciones.
Posteriormente, se fueron creando otras asociaciones
en otras comarcas, como el Pallars Jussà
el año 1988 (Associació
de Ramaders de Raça Bruna del Flamisell)
y la Cerdanya el año 1989 (Associació
de Ramaders de Raça Bruna de la Cerdanya).
Con
la finalidad de poder dar asesoramiento técnico
a los criadores de Bruna e instaurar un programa
de mejora genética en esta población,
se estableció, el año 1989,
un convenio de colaboración entre el
DARP, la Facultad de Veterinaria de la UAB
y las diferentes asociaciones. Este hecho
evidenció la necesidad de agrupar las
asociaciones en una federación para
así, de esta manera, poder disponer
de un censo, tan grande como fuera posible,
de vacas bajo control.
El
25 de octubre de 1990 se constituyó
la “Federació Catalana de
la Raça Bruna dels Pirineus”
(FEBRUPI), con el objetivo de fomentar y mejorar
la raza y promover la formación de
nuevas asociaciones. A partir de este momento,
el centro de recría que disponía
ABRUPI pasa a depender de la Federación.
Ese mismo año año se publica
en el DOGC la resolución por la cual
se crea el Libro Genealógico de la
raza. La constitución de FEBRUPI impulsó
la constitución de tres nuevas asociaciones:
la del Pallars Sobirà (1990), la “Associació
Professional de Ramaders de Bruna dels Pirineus
del Pallars Sobirà”; la
de la Alta Ribagorça (1990), la “Associació
de Criadors de Raça Bruna de l’Alta
Ribagorça”, y ya finalmente,
a principios de 1995, la del Alt Urgell, la
“Associació Professional
de Ramaders de Bruna dels Pirineus de l’Alt
Urgell” (ARBAU).
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